domingo, 26 de octubre de 2008

Escapada a Hillerod

Jai aguein!

Os dejo las fotillos de la visita a Hillerod, donde se asienta el que fuera palacio real durante 300 años. A la escapada fuimos mi compi de piso Maria, mi vecino Javi y otra buena amiga, Sara. Primero, localizacion geografica:


A este pueblo se puede llegar directamente con el tren de cercanias que sale de mi pueblo, asi que es bastante fácil escaparse una tarde que haga buen tiempo. Unas fotillos del pueblo, plaza del ayuntamiento:


Ultimamente esta de moda que las tias vayan disfrazadas de algo por la calle, con la escusa de que se acerca Halloween :)


Para no ser menos que ellas, nosotros nos compramos 2 gorros de Mao Zedong en una tienda china por unas pocas perras (en realidad, para una fiesta de esa noche).


Y la última foto de postal (me estoy creciendo con la cámara):

sábado, 25 de octubre de 2008

Life en la universidad

Jelou,

me acabo de acordar que queria haber colgado algunas fotos de algo que me parece muy curioso en la universidad.

Primero, esta es una de mis clases, mobiliario old fashion. En realidad la foto ya esta desfasada, porque durante las vacaciones modernizaron todo el mobiliario.

Lo curioso de las aulas son sus tablones. Resulta que cada uno puede colgar ahi lo que le salga del pirlo, que nadie dice nada. En la foto se me ve estudiando la anatomia femenina...


Vamos con mas cosas curiosas. Resulta que en este pais es costumbre confiar en la buena voluntad del projimo, por lo que se permiten el lujo de poner a disposicion de los alumnos unas mini-cafeterias self service en cada edificio, en las que si quieres algo solo tienes que poner unas coronillas en un bote.

Lo mas curioso es que el sistema funciona, apesar de los españoles que hay de erasmus por aqui (no solo cogen las cosas sin pagar, sino que tambien cogen el dinero del bote):


Y por ultimo, lo que mas me gusta son las "areas de recreo": futbolines, billares, sillones y camas!! Si en España tuvieramos este tipo de servicios, a las clases iba a ir el Tato... y no te digo ya a la hora de la siesta... En cambio aqui ya veis, no hay nadie "recreandose" salvo 4 gatos de mi clase.



Y para los mas vagos, tambien hay camas nada mas salir de clase, por si no puedes aguantar ni 40 metros en acostarte jaja.

miércoles, 8 de octubre de 2008

Jutlandia field work

Hola de nuevo,


Hoy daremos paso a otro de nuestros “micro-relatos”, esta vez acerca del viaje a tierras norteñas. Empecemos refiriendo las características del viaje:


En realidad, se trata de un field work organizado por el profe de la asignatura Engineering Geology (de nombre Stig) a la isla de Mors, al norte de la península de Jutlandia, con la excusa de estudiar sus reputadas estructuras glacio-tectónicas. La parte interesante de la excursión es que fueron 4 noches pensión completa pagadas por la DTU, que también nos proporcionó coches y gasolina. Podríamos decir que hasta he ahorrado dinero durante el viaje. También hay que hacer una breve introducción a los integrantes de la expedición: solo somos 10 estudiantes, 8 chicos (3 daneses, 1 italiano, 1 turco, 1 camerunes y yo) y 2 chicas (1 china que casi ni cuenta como chica (por su inocencia y falta de sex-appeal), y 1 francesa que es muy reservada). Más adelante les pondremos nombres y caras.



Veamos pues el desarrollo del viaje día a día.


DIA 1: jueves 2 octubre

Es el día de la toma de contacto. Meeting point frente al edificio donde damos las clases a las 9 am, y sorprendentemente nadie llega tarde. Utilizamos 3 coches, una fregoneta vieja, un coche nuevo de la DTU y otro coche de la chica francesa que no tuvo más remedio que ofrecer su vehículo ante la insistencia del profe. Lo cual me recuerda una cosa curiosa. Parece que el profe tenga algún tipo de interés oculto en que la francesa (Charlotte) se líe con un danés de clase, porque siempre les está emparejando: les asignó juntos en el coche (con la china, que es como si no existiera porque SIEMPRE se duerme en todos los viajes por cortos que sean, algo que a Rogelio le agrada especialmente. Que conste que ya le recriminé yo su comportamiento bromeando, a lo que me replicó que tenía que hacerlo porque se mareaba... excusa por lo visto no solo utilizada en China sino también en España, eh Velia? jejeje). A lo que iba. Los asignó juntos en el coche y juntos en el grupo de trabajo... eso son muchas horas de roce, debe estar preocupado por las bajas tasas de natalidad danesas... fuera de coñas, ir en ese coche debía ser un torro monumental, no se cómo llegaron vivos sin dormirse al volante: entre la china durmiendo, la francesa que es peor que la fallera mayor (hay que estar interrogándola constantemente, al final se me acaban las ideas) y el danés (John) que tampoco es la alegría de la huerta, es otro muermo de tio... en fin, que estoy muy contento con la elección que hice de mi coche: éramos el italiano (Andrea), el danés animoso (Tomas), el turco (Ekin, que me cae muy bien, pero el cabrón sigue sin solucionar su problema sobaquil) y yo. Resulta que Andrea es el perfecto estereotipo italiano: ligón, guapo, se pasa todo el día cantando y bailando, tocando la guitarra... Es un poco notas pero me cae muy bien, se agradece esa energía en un país de muermos como este. Y el danés también tiene alegría en el cuerpo porque no parece danés sino mediterráneo, tanto física como mentalmente (sus abuelos viven en Andalucía desde hace más de 20 años). Así que nos pasamos todo el viaje, que son 6 horas, haciendo el burro con la música y riéndonos.



En cuanto a la ruta en si, tengo que reconocer que me ha decepcionado no haber parado en ninguna ciudad “importante” de camino a nuestro destino. Esto me ha sorprendido, porque en el grupo había 4 daneses (incluido el profe) y no tenían ningún interés por enseñarnos las ciudades.


Gran puente de Oresund, que une la isla de Odense con Jutlandia.


Pero bueno, a pesar de no haber parado en ciudades, los paisajes me han gustado: tipo cuadro de Van Gogh, lleno de prados y granjas solitarias.


Y cuanto más te aproximas al norte, los bosques pasan de caducifolios (bonitos a estas alturas del año) a perennes, típicos bosques de Navidad con sus abetos... Y luego está el Mar del Norte, con sus playas salvajes con dunas, toda una sorpresa.


Llegamos a nuestro hogar entrada la tarde, tras hacer la compra en un supermercado. Para que conste en acta que la DTU no repara en gastos, la primera compra de comida costó 2500DKK (330€), incluyendo vinos de diversas calidades y en gran cantidad (blanco psé, tintos español del Montgó –cuando lo ví en casa flipé, ya le dije que venía de mi tierra- y otro sudafricano que no estaba nada mal). Resulta que la universidad tiene una política concerniente al alcohol curiosa: el vino se puede incluir en los gastos con el pretexto de que puede servir para cocinar, pero la cerveza no, la cual debía correr a nuestra cuenta.


Alrededores de la casa:


Museo de geología del que hablaremos más adelante, al lado de casa.

La china durmiente (Yan)


Factoria que extrae diatomitas, un tipo de roca del que hablaremos mas tarde.


Mi primera impresión de la casa fue muy positiva, dadas mis anteriores experiencias. Se trata de una casa propiedad del GEUS (Geological Survey of Denmark and Greenland, donde también trabaja nuestro profe), grande con 2 pisos.


En el piso inferior tenemos una amplia cocina con buenas sartenes y ¡lavavajillas! (al final no estarán tan atrasados estos daneses), un cagódromo, un gran almacén donde está el calentador y una ducha, un taller, un comedor con microscopios y una sala de estar con sillones y sofás. Subiendo las escaleras nos encontramos con un cuarto de baño, dos habitaciones grandes con 5 literas cada una y otra habitación pal profe. La vida dentro de la casa era agradable y calefactada.


El primer día también debía servir como organización del tinglao: equipos de cocina, menús para los próximos días, etc. El profe asignó además los grupos de trabajo y, mira por donde, a mi me tocó la china, nunca mejor dicho. Hablemos un poco de ella, ya que a partir de ahora voy a pasar más de una hora con ella. A pesar de la mala impresión que os haya podido dar al principio, no está tan mal para ser china. Se llama Yan, tiene sentido del humor, habla inglés correctamente (lleva viviendo en europa 10 años, los 2 últimos en Suecia) y pone interés en todo lo que hace (trabaja duro aunque infructuosamente). Nunca bebe alcohol, sus únicas experiencias con la bebida fueron en China y extremistas: se tuvo que beber 2 botellas de vino el día de su graduación porque la gente le ofrecía copas y allí es de mala educación rechazar lo que te ofrecen. Ahora no hay manera de que pruebe una copita de nada. En cuanto a su sex-appeal, al que hacía mención anteriormente, resulta que tiene cara de china: redonda. Y aunque en tiempos de guerra todo agujero es trinchera, puedo asegurar que este está cerrado a cal y canto.


Antes de la cena del primer día, de la cual no pudo disfrutar el turco porque se trataba de cerdo al horno con patatas y cebolla (yo intenté engañarlo, diciéndole que era cabra, pero no coló), y aprovechando que hacía buen tiempo, nos asomamos en coche por los alrededores, llegando hasta la playa. Como os podéis imaginar, todas las paradas con fundamento geológico, el profe no paraba de explicar cosas, era imposible retener todo el flujo de información.


Contentos tras la copiosa cena, que recordemos es antes de las 8 pm, los daneses nos dieron un recital de cómo beber cerveza. Nos acabamos las 2 cajas de cervezas que compramos esa tarde pensando que serían para toda la semana... todo acompañado de la guitarra del italiano y la música africana a la que me refería en los mails, en vídeos traídos por el camerunés en su ordenador portátil aprovechando que teníamos proyector en la casa. También aprendí un par de juegos de cartas daneses ideados expresamente para beber cerveza a raudales. Al italiano y a mí nos parecía un poco fuerte hacer esto nada más llegar, pero el profe no se escandalizó nada, parece que es una tradición danesa. Tranquilos, que a las 12 de la noche ya estábamos lo suficientemente mamados como para ir a dormir la mona.


De izqda a dcha: Stig (profesor), Andrea, John (danes aburrido), Ekin, Wiktor (polaco aburrido), Hosea (camerunes muy divertido), Yan, yo, Charlotte (francesa recatada), Martin (danes menos aburrido), Tomas (danes divertido).


DIA 2: viernes 3


La jornada comienza a las 8 am con un copioso desayuno, consistente en huevos cocidos, tostadas con embutido, mermelada, nutella, cereales, zumo, café... puedo decir que me ponía las botas, y que me pasaba como a Velia: me despertaba sólo de pensar en el desayuno.

El viernes fue uno de los días de trabajo de verdad. A la china y a mí nos tocó el sitio más interesante de todos, un acantilado a orillas de la isla en el que queda expuesta la litografía de la zona, realmente muy interesante. La elevación del terreno, a la cual se debe el acantilado, se produjo por isostatic glaciar tectonics (vamos, que el terreno subió cuando se fundió el hielo de las glaciaciones, al quitarle el peso que soportaba).

Indiana en accion :)


Ya sabéis que cuanto más cerca a la superficie estudias el subsuelo, más joven es la capa litográfica. Bien, pues la historia geológica del lugar se podría resumir, a groso modo, empezando desde arriba, como una sucesión de glaciaciones (que dejan como marca dos tipos de roca sedimentaria y son también responsables de la deformación del terreno durante el avance del hielo), seguidas de un montón de ash layers (capas de ceniza), y cuando digo un montón me refiero a 118 capas de ceniza. Esto es muy interesante, porque la ceniza viene lógicamente de erupciones en la cuenca del Atlántico de hace 36 millones de años, cuando todavía se estaba creando el océano. Se han encontrado los mismos tipos de ceniza en Escocia, Groenlandia, Alemania y Polonia, o sea que tenían que ser unas erupciones brutales. Entre capa y capa de ceniza encontramos un tipo de roca sedimentaria muy interesante por su porosidad y aplicaciones: diatomite. Su alta porosidad se debe a que está formada por mogollón de algas microscópicas, y se utiliza como material refractario o aislante, para estabilizar nitroglicerina o para las piedras donde mean los gatos de La Cañada.

Después de frikear tanto contándoos todo eso, resulta que no pudimos quedarnos a estudiar ese lugar porque era imposible subir a las estructuras a hacer mediciones por lo resbaladizo del terreno (había estado lloviendo bastante antes de nuestra llegada). Así que nos fuimos a otro sitio menos excitante, cerca de nuestro hogar, en el que había que cruzar una jungla de plantas para llegar a los puntos de interés. Menos mal que llevaba la ropa adecuada...

Y así llegamos a la siguiente cenota del viaje, preparada por el italiano y el danés-mediterráneo. Evidentemente, no podía ser otra cosa que Spaguetti a la Bolognesa, preparados al gusto de Carol: la salsa estaba mega picante, porque el italiano se distrajo y el danés la preparó a su gusto. Menos mal que teníamos vino para aplacar nuestras bocas ardientes. Y mira por donde, esta noche no hubo borrachera, en parte por lo cansados que estábamos, y también por cumplir con el plan del día siguiente.


DÍA 3: sábado 4.


Esa mañana tocaba madrugar porque teníamos por delante un día de visitas, y había que coger el primer ferry que cruzaba nuestra isla hacia el norte para llegar a una cita con una compañía geológica alemana.

Resulta que por la zona se están haciendo investigaciones sismográficas para encontrar un tipo de terreno adecuado para la captura de CO2. La verdad es que tienen montado un dispositivo bastante espectacular estos alemanes. Las ondas son producidas mecánicamente por 5 camiones con pistones enormes (y que hacen un ruido considerable), que rebotan en cada cambio de roca del subsuelo, y los datos son recogidos por 3000 sensores clavados en el suelo y enviados a una furgoneta móvil. Dichas ondas podrían llegar hasta los 6km de profundidad a toda potencia, pero ahora les bastaba con 2km.



Según los responsables del tinglado, se trataba de una operación a media escala, por lo que “sólo” estaban trabajando en el lugar 50 personas, con 20 vehículos (todo-terrenos la hostia de grandes y modernos, todos negros en plan FBI, y pa que se note que ellos son los jefes, un Mercedacos enorme) y una duración de 3 meses. En una operación a gran escala, utilizarían 150 personas, 50 vehículos y un año, una flipada. ¿Por qué tantos coches? Porque tienen que ir cambiando de sitio los miles de sensores... en fin, aquello era una película americana de lo profesional que parecía, hasta nos hicieron firmar papeles en su “cuartel general” por si resultábamos heridos durante la visita (por la presión del circuito hidráulico de los camiones, pero nos mantuvimos a distancia). ¿Que quién paga todo esto? Pues una compañía eléctrica sueca que también tiene centrales en el norte de Dinamarca. A modo divulgativo, os puedo informar de que están buscando reservoir rocks, exactamente del mismo tipo que las que contienen petróleo y gas: con alta porosidad y selladas por arriba. Suelen ser rocas sedimentarias del triásico (a unos 2km de profundidad), tipo areniscas (que se note que algo he aprendido jejejeje).


Al acabar nuestra visita sanos y salvos, pusimos rumbo a las playas del Mar del Norte, bastante turísticas entre los daneses. Lo más gracioso del lugar es que la arena está tan compacta y húmeda que la gente se dedica a ir en coche por la playa, toda una experiencia (sobre todo si tienes ocasión de hacer un poco el burro con el coche).



Me gustó el lugar por el contraste entre el mar embravecido y las dunas coronadas de verde. Terminado el rally (con el coche del profe bloqueado en la arena y empujado por sus ocupantes), condujimos un poco más para comer en la cabañita de madera que se construyó el profe con sus hijos hace 25 años, a 400 m de la playa y rodeado de bosque. Es una cabaña prefabricada con 1 habitación-salón-cocina y baño, pero con mucho encanto y acogedora, que Stig utilizó para llevar a cabo sus investigaciones por lugar durante décadas. Y como no podía ser de otra manera, nos sorprendió con una botella de vino francés para acompañar nuestra colación. ¿Se me ha olvidado mencionar que le gusta el vino al profe?


Nuestra intención a continuación era volver a la playa, donde en este lugar hay acantilados de verdad en los que se puede apreciar otro corte litográfico de importancia. Tras arriesgar de nuevo nuestras vidas, bajando escaleras de madera tipo Indiana Jones con un viento cortante, resulta que el nivel del mar estaba demasiado alto y era imposible continuar andando por la orilla.


Mención especial merece el hecho de que aquí la erosión avanza a un ritmo de 1.4 m al año (una barbaridad), con lo que el faro que se construyó en 1908 se espera que se desplome dentro de 10 años, al igual que muchas casas que ahora están al borde del acantilado.


Así pues, mediada la tarde, pusimos rumbo a casa y a nuestra siguiente gran cena. En esta ocasión, me tocó a mí entrar en escena con una tortilla de patatas magnífica de 12 huevos que utilizamos a modo de tapa. Como plato principal tuvimos mi primera experiencia con el pescado en Dinamarca (aleluya), un salmón bien grande fresquiño hecho al horno con una cama de patatas, cebolla y carlota, y vino blanco. Como esta noche estábamos de nuevo frescos, repetimos la jugada de la primera noche (incluida la música italiana y africana) y los daneses volvieron a darnos un recital de beber cerveza acabándose otras 2 cajas (está bien, puede que ayudados un poco por el resto). Y al igual que la primera noche, intentamos que la china probara algo de alcohol y no hubo forma, e intentamos que la francesa entrara en calor y tampoco hubo forma :)


DÍA 4: domingo 5.

Éste fue nuestro último día de trabajo serio en el lugar asignado. Ya sabía yo que de la china no me podía fiar, me temo que ha tomado todas sus medidas mal... ¿A qué me refiero con medidas, os estaréis preguntando? Cuando un geólogo quiere hacer un estudio estructural de la litografía expuesta, su principal herramienta es la brújula (que os recuerdo que en inglés se llama curiosamente compass), con la cual ha de medir la orientación y pendiente de las diversas capas que componen los pliegues del terreno debidos a compresiones (por las glaciaciones). Con esas medidas, luego hay que jugar un poco con proyecciones estereográficas (proyecciones de planos y vectores sobre una semiesfera) para finalmente obtener la dirección y pendiente del eje del pliegue, y poder así obtener ciertas conclusiones acerca de la formación y evolución de dichos pliegues. Resumiendo, que si tomas mal los datos de partida, estas jodido.


Ojo a las botitas del Cameroon, es una pena que no se vean bien pero eran la risa, blancas con florecitas, muy femeninas jajaja.


Acabada nuestra jornada laboral a la hora de comer española (2 pm y la china apunto del desmayo), volvimos al hogar, donde Yan por lo menos pudo demostrar que sí sabe cocer el arroz :) el resto de la tarde la dedicamos a calcular nuestros ejes, con lo cual me di cuenta de los errores cometidos, y a juguetear un poco con los microscopios, mientras el turco se dedicaba a preparar la cena mas copiosa de todas. El chaval vino de Copenhague preparado con un montón de bulgur, otra cosa verde con la que hizo puré, carne kebab y pan de pita. Lo malo es que a estas alturas de la semana ya le cantaba ópera el sobaco, con lo cual mis agradecimientos quedaron empañados por ese detalle.

Después de la cena, a horas intempestivas (8 pm), visitamos el pequeño museo geológico que hay frente a nuestra casa y que fue montado a iniciativa de Stig, y que actualmente dirige un auténtico vikingo pelirrojo y ancho, que se dedica a buscar piedras y a romperlas para encontrar fósiles. La verdad es que ha tenido bastante éxito, y es muy interesante poder ver y tocar fósiles de peces, pájaros e incluso tortugas de hace 40 millones de años. Pero no penséis que utiliza rayos X para localizar los posibles fósiles, lo suyo es una cuestión de paciencia: va rompiendo capa a capa hasta encontrar algo.

Esa noche no la dedicamos a la bebida, sino a ser buenos nietos del profe, que disfrutó como nunca lo había hecho contando historias hasta las 2 am, hora hasta la cual resistió el último mohicano (Hosea el camerunés).



DÍA 5: domingo 6.


Con las máscaras de gas preparadas (Ekin viajaba en nuestro coche, a mi lado), encaminamos nuestros pasos hacia CPH. Al menos esta vez sí hicimos alguna parada interesante por el camino, sobre todo para comer: un merendero en lo alto de una colina (de las pocas que deben tener en Dinamarca) cerca de Viborg, desde la cual hay un paisaje precioso sobre un lago.


Y poco más hay que reseñar del viaje de 6 horas, la gente quería llegar pronto a casa así que hacer más paradas por el camino después de comer era misión imposible. La pena es que a nuestra llegada a la universidad no pudimos pavonearnos de nuestro viaje delante de otros erasmus porque las clases ya habían acabado :)


Hasta el próximo capítulo.